Las claves geneticas – Tu genio

Tu propósito superior en la vida es compartir tu genialidad particular con el resto del mundo. Pero, ¿qué es el genio? La raíz original de la palabra hace referencia a una especie de espíritu vigilante o guardián que cuida de la persona. También existe una clara conexión con la palabra gen, que es una de las razones por las que ha pasado a estar asociado a ciertas personas «especiales» que tienen el don de la inteligencia o del intelecto, heredado genéticamente.

Tu genio es la tierra y su propósito superior surge de ella, independientemente de si se trata de una hierba humilde, una fruta deliciosa o de un gran roble. Las herramientas espirituales son las instrucciones de jardinería que te guiarán a través del proceso de crecimiento; pero la semilla ya se encuentra en tu interior, esperando en el corazón de tu ADN

El miedo es la materia prima de los estados superiores de consciencia y por ello hay que enfrentarlo.

Es un cambio que se está produciendo a un nivel molecular dentro de la humanidad y que también está afectando a todos los sistemas naturales y a todas las criaturas.

El miedo simplemente se evaporó. Otra presencia mucho más poderosa se despertó en mi plexo solar y se acomodó en el asiento del conductor.

Una nueva consciencia se desplegó en mí, abriendo sus ojos como un bebé recién nacido en mi corazón. La prisa era inmensa. Desde el interior de mi ADN emanaba una luz que se derramaba fuera de mi cuerpo, conectándome con todos los aspectos imaginables del universo.

Tu ADN es un agujero espacio-temporal o de gusano. Contiene un código que, cuando se activa, se abre hasta el núcleo del universo holográfico. Como tal, la molécula de ADN es realmente un transductor de luz. Cuanto más abierto está el agujero de gusano, más luz se derrama a través de él. Al igual que un bocel, atrae tanta luz hacia sí mismo como la que emana hacia afuera. Eventualmente, irradiará de ti tanta luz que el propio agujero de gusano colapsará. La supernova resultante revelará tu verdadera esencia universal, la de «ser uno» con toda la creación.

La misma geometría que se encuentra en los genes también se encuentra en las inmensas galaxias que nos rodean. A medida que el gran cambio se propague por tu ADN, comenzarán a reajustarse

gradualmente todos los aspectos de tu vida, colocándote en armonía con esos patrones universales y omnipresentes

La matriz de 64 bits es parte integral de la física, la biología, la música,

la geometría, la arquitectura, la programación de computadoras y de la mayoría de los campos de la investigación humana. Forman la estructura tetraédrica fundacional subyacente al espacio-tiempo.

desde la estructura de nuestras células hasta el ritmo y movimiento de los cuerpos celestes, contemplamos los mismos patrones fractales repitiéndose eternamente en formas cada vez más exclusivas.

Uno de los sistemas más conocidos basado en esta plantilla de 64 arquetipos es el I Ching chino: el Libro de las Mutaciones. Este sistema extraordinario, cuyas misteriosas raíces se remontan a miles de años atrás, es una de las principales fuentes de inspiración para las Claves Genéticas. Generaciones de sabios y laicos han utilizado el I Ching como herramienta oracular para ayudarse en la toma de decisiones claras y en armonía con la naturaleza. Pero más allá de esto, el I Ching proporciona un mapa digital extenso de las dinámicas energéticas existentes en el interior de todos los sistemas vivos. Esto es especialmente fascinante gracias a su similitud matemática con el código genético. Muchos científicos, metafísicos y místicos han comenzado a investigar en la sorprendente relación entre el ADN y el I Ching.

Tu ADN está compuesto por dos cadenas de nucleótidos donde una hebra refleja perfectamente la otra. Este patrón binario es asimismo el fundamento del yin y el yang en el I Ching. Tu código genético también se compone de cuatro bases que se disponen en grupos de tres. Cada uno de estos

grupos químicos interacciona con un aminoácido y forma lo que se conoce como un

codón. Hay 64 de estos codones en tu código genético. Del mismo modo, en el I Ching

hay solo cuatro permutaciones básicas del yin y el yang, que también se organizan en grupos de tres, conocidos como trigramas. De la misma manera que las dos hebras de tu ADN se reflejan entre sí, cada trigrama tiene un socio. En conjunto, estos dos símbolos crean el hexagrama, la base del I Ching. Así como hay 64 codones del ADN, también existen 64 hexagramas del I Ching.

Esta correlación matemática exacta entre el I Ching y el código genético nos permite crear un nuevo lenguaje global que resuena dentro de las células vivas del organismo.

De hecho, las 64 Claves Genéticas son un I Ching genético: un libro que dialoga directamente con tu ADN.

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